Conoce una breve reseña sobre el pueblo visigodo, rama de los reinos germánicos orientales que eran identificados como godos y también bárbaros; descúbrelo permaneciendo en la lectura de este interesante artículo, no te lo pierdas.

¿Qué fue el pueblo visigodo?

Eran un pueblo germánico oriental que incidió en la caída del Imperio romano de Occidente y sobre los acontecimientos que dieron lugar al nacimiento de la Europa medieval.

Este pueblo dominó una amplia zona, extendiéndose posiblemente desde el río Danubio hasta las inmediaciones del Don; además entre el Mar Negro y el Báltico.

Los visigodos dominaron la península itálica bajo el mando de Alarico I, logrando saquear Roma en el año 410 para posteriormente establecerse en Galia, con un reino que tuvo como su capital a Tolosa.

Breve reseña sobre el pueblo visigodo

El pueblo visigodo prácticamente comenzó a ganar territorio ante la caída del Imperio romano de Occidente, pero fue derrotado por los francos de Clodoveo en la batalla que se denominó Vouillé; que tuvo lugar en el año 507.

A partir de ese momento su reino se limitó a Hispania; región localizada más allá de los Pirineos.

Este pueblo representó una minoría gobernante sobre los habitantes hispanorromanos, siendo separados en función de sus creencias religiosas, por tratarse de cristianos arrianos.

Esta doctrina fue característica del siglo III, cuando se comenzó a cuestionar el dogma de la Trinidad, dentro de la cual se afirmaba que Jesucristo fue creación de Dios Padre y por ende era subordinado a sus designios.

Por otro lado, los pobladores locales eran seguidores de la religión cristiana romana; pero debido a la conversión del rey Recaredo I fue posible la convivencia armoniosa de ambos pueblos bajo un reino cuyo poder era apoyado por la iglesia.

Es preciso destacar que los visigodos no se adueñaron por completo de la península ibérica para finales del siglo VII; muchas otras zonas estaban destinadas a servir de asentamiento para pueblos como los iranios, vándalos y suevos.

El pueblo visigodo experimentó muchas disputas de sucesión, las cuales permitieron que fueran invadidos por los musulmanes provenientes del norte de África en el año 711.

Sin embargo, es oportuno indicar que su último rey fue Rodrigo, conocido en fuentes históricas clásicas como “Don Rodrigo”, quien dominó este pueblo durante los años 710 y 711; llegando al poder de forma violenta, con lo que se perdió de inmediato parte de este reino.

Luego fue derrotado por los musulmanes en la célebre batalla de Guadalete, la  cual se perdió a raíz de una traición por parte de los visigodos que se oponían a su mandato.

A pesar de esto, mantuvieron algunos núcleos que subsistieron como resistencia en regiones de Septimania y Asturias; pero en líneas generales el pueblo visigodo como tal desapareció; mientras que sus integrantes se mezclaron posteriormente con los hispano-romanos y su reinado fue sustituido para la imagen del califato omeya de Córdoba.

Este nació como un estado musulmán andalusí, gobernado por la dinastía omeya, luego de que el emir Abderramán III se autoproclamara en el año 929.

El territorio que dominó se extendió desde Iberia, parte norte de África y Córdoba; mientras que su aparición dio por finalizada la historia del pueblo visigodo, del cual aún se conserva un amplio legado histórico y cultural.

Algunas de las muestras representativas de su arquitectura son la ermita de Santa María, la iglesia de San Juan, San Martín, Santa Comba de Bande, Santa Lucía del Trampal, la capilla de San Fructuoso de Montelius y la Cripta de San Antolín, además de otras.

Estas edificaciones se caracterizaban por contar con arcos de herradura, que posteriormente fueron utilizados por los musulmanes en sus arquitecturas.